En CAMPO LONGLEY acreditamos que al dedicar tiempo a lo que hacemos, podemos asegurar que nuestros valores sean aplicados y los resultados sean mejores. La recría de animales es un tema muy sensible en el rubro ya que impacta en la estrategia del negocio.

Una mayor cantidad de animales en una planta requieren más área, más personal y más estructura. Pero, ¿cómo podemos lograr la excelencia en el resultado final si no sabemos lo que pasa entre el principio y el final? ¿Cómo podemos corregir problemas que no sabíamos que existían hasta que un animal no esté en su momento productivo? ¿Cómo garantizar que el desarrollo de un animal sea óptimo? Debido a estas preguntas, se tomó una decisión estratégica en nuestro tambo, nos haríamos cargo de todas las etapas de la vida de nuestros animales. Los cuidaríamos desde su crianza hasta su desarrollo.

De esta forma, garantizamos que tomen el calostro, que tengan la cantidad de leche necesaria hasta el momento del desleche, que pastoreen con calidad, que tengan agua… registramos su desarrollo y garantizamos que lleguen en excelente estado al momento de su primera lactancia.

Creemos que al observar cada etapa de la vida de nuestros animales podemos conocerlos y garantizar que nuestro producto final sea de calidad.