La genética es uno de los pilares fundamentales en CAMPO LONGLEY. No solo nos enfocamos en la productividad (+ volumen de leche + sólidos) sino que también, utilizamos el avance genético para reducir los impactos de nuestro negocio sobre el medio ambiente.

El 100% de las vaquillonas en nuestro tambo son inseminadas con semen sexado, reduciendo así la recría de machos que no tienen finalidad en un rodeo. Es una decisión que implica costos más altos. Pero, entendemos que es una forma de contribuir para una producción más amigable con el medio ambiente.

Otro aspecto importante en el enfoque genético es lograr prevenir enfermedades, potencializar las lactancias y lograr animales con mejores condiciones corporales (ubres, patas, pelos).

Trabajamos con diferentes importadores de semen que nos ayudan a diversificar nuestro ganado y trabajar con las mejores opciones de material del mundo.