Los productos lácteos obtenidos a partir de vacas que consumen pasto son cada vez más buscados en el mercado mundial porque son en realidad más saludables y nos brindan más beneficios en comparación con la leche regular y sus derivados.

¿Cuál es la diferencia entre ellos?

Las vacas que se alimentan de pastos no están expuestas a mezclas elaborados con ingredientes transgénicos o alimentos que no son naturales para los organismos de los animales. Esto provoca un cambio hormonal y lipídico gigante, que termina en los subproductos.

Viviendo libres y alimentándose de pastos, las vacas están más sanas, menos estresadas y, en consecuencia, sus productos se vuelven mejores para nuestro consumo. Por eso, toda la plataforma dispone de sombra (natural y/o artificial), agua en todas las parcelas y están cerca de la sala de ordeñe. Es decir, nuestras vacas precisan caminar poco para los ordeñes diarios.

Una buena información es que los productos lácteos alimentados con pasto tienen un 62% más de omega-3 (antiinflamatorio) que sus versiones tradicionales y un 25% menos de omega-6 (inflamatorio).

En Campo Longley, cultivamos diferentes vegetaciones para el pastoreo de nuestras vacas. Realizamos todo el proceso, desde la decisión de la semilla hasta la rotación de pastoreo, todo esto nos permite garantizar la extrema calidad en la dieta de los animales.

La complementación a la necesidad de pastoreo de las vacas es administrada por nuestro equipo y el forraje es 100% de producción propia. Este control nos permite planear una dieta balanceada y garantizar el consumo de pasto los 365 días al año.